jueves, 8 de enero de 2015

Máscaras y fantasmas peatones de bailes distorsionados eternos.
Eterno baile de pasos cortos y coreografías absurdas, duras y gráciles... Telarañas sociales que hoy día son el menester que puntual la caja sesoidal ordena revisar y prestos nuestros miembros más extremos presionan artífices mágicos que a través de invisibles conexiones esotéricas nos llevan a esa mascarada convencional donde ficticios y públicos andares, haberes y sabores colman nuestros estados que cual finos periódicos de nota roja, amarilla y de todas las gamas pintan, impregnan y difunden nuestros más ínfimos deseos de ser alabados, reconocidos y deseados....

...mascaras que cual látex virtual nos protegen... Nos desinhiben y cosas que en diario, regular y palpable existir no saldrían de nuestras parlantes aberturas, en virtuales sentimientos se plasman buscando agrados sociales... Crucificamos a todo aquel con el que no cuadramos, condenamos todo lo que distona nuestro cuadro mental y o sentimental,  atacamos cual león a su presa todo lo que es disonante a nuestras cavilaciones, nuestros cruces mentales... Y alabamos todo lo que nos hace par a nuestro pensar y sentir... Somos tan jueces como parte de todo nuestro  diario y virtual acontecer mundano o privilegiado de menesteres más importantes.

Que si tengo buena digestión y lo hago tan publico cono el hecho de mi necesidad de perder mínimo el conocimiento con etílicos brebajes... Maldita necesidad de idolatría que nos hace querer ser héroes sociales y salvar al mundo con el pulgar arriba y que nos hace ser armados de valor y guerrillerimos de imágenes y letras que no van más allá de presionadas teclas que falsamente nos hacen ser héroes nacionales...

Enmascarados como merodeadores revisamos y guardamos cualquier pictorialista recuerdo de cosas que nos emulen un sentimiento y más si estas son libidinosas manifestaciones... Que fácil el juego coquetedor se ha vuelto en estos días virtuales donde cualquiera se oculta tras falsos avatares y flirtea cual soltero empedernido en busca de lascivos mensajes y provocadoras imágenes para masturbar nuestra retorcida e irreal mente...
Maldita sea la hora en que nos alcanzó la lejanía... En que nos abandonó la convivencia en que somos esclavos de estas telarañas soacialosas y hemos, tan miserablemente, olvidado los rostros y los roces... Los olores y los sabores... La vida... Hemos olvidado la vida... Vida que visualmente mantenemos, en pláticas irreales en las cuales imaginamos las caras y las voces... Las risas y los apretones de mano... Los besos de despedida y los abrazos... Solo así y así tenemos diarios deambulares en la cotidiana marcha de los ajenos y cercanos a los nuestros... Malditos días que vivimos hoy... Malditas ganas de una mano en la mía... De unos brazos en los míos... De unos labios en mi mejilla con cada saludo con cada despedida... Maldito mundo virtual que me quitas lo humano... Maldito humano tonto que lo aceptas... Ya lo dijo Endorfina... Creer que todo está bien es asesinar la realidad... Creer que todo está mal es perder toda la fe…….
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Fantasmas peatones de nuestras retacadas mentes, 
basuras andantes por el viento de los pensamientos... 
Anárquicas promesas de amores perdidos o descoloridos... 
Actores muertos de obras olvidadas... 
Menesteres que se arrepienten cual arlequines ante malabares errados... 
Arquetipos rotos en dinteles dilatados por aquel que inerte pero andante aplasta
 y transforma todo a su paso o quizás solo saca su cara real desmantelando 
con su lluvia continua esas mascaras que anhelantes esconden la verdadera faz... 
Compromisos rotos... Viento que sopla y apaga las velas de la credulidad... 
Antes... Después... Ahora... Nunca... Nunca jamás...nunca jamás...
 
Decir y no hacer... Hacer y no decir... Actuar como en obra mental de gitano de mente... 
Ya no habiendo ahora se pierde el mañana y se olvida el ayer...  
Compromiso, palabra sencilla, tan sencilla que se despedaza en segundos
como la confianza en quien otrora la profesaba... 
Y es que como dicen la confianza como la cerámica... 
Cuando se rompe aunque se le pegue... Se le notan las cicatrices...
 
Todos y si no todos si TODOS!! En algún momento hemos faltado a un compromiso 
previamente establecido y decepcionados y rotos nuestros pares, sus ventanas tapan 
ante nosotros... Sus ruidos callan en nuestra presencia y 
quizás visceral y arrancado del hipotálamo: un revés, un reclamo, un por qué?  
Se nos clava en la garganta cual cuña en muñecas de suicida... 
Cualquiera dice sí, pero no cualquiera mantiene como monolito esa férrea afirmación 
que tatuada en la fe del prójimo se desgarra y desvanece... 
Aquí no aplica eso de es mejor desaparecer que desvanecerse... 
Aquí aplica lo que dijo Yoda: aquí no hay intentos, aquí lo haces o no lo haces... 
Así de simple tan simple como la muerte tan complejo como la vida... 
Tan diáfano tan arcaico como el olvido mismo.
 
Pero aquí estamos al pie de un puente colgante que los vientos de la tempestad eterna mecen... 
Balanceándose sobre el río estigia... 
Aferrándose a la cuerda como malditos esclavos al sueño de libertad... 
Con los pies tambaleantes sobre endebles andamios cual sonrisa en moribundo
que lo sabe y aun así se mantiene firme y le mienta la madre a la vida... 
No a la muerte pues ella le es fiel, ella siempre está allí... Pero la vida... Esa no... Y así... así es esto. 
 
Confianza en un compromiso. 
Ciego ando y avanzo más sin embargo hoy sé que mi fe es una puta retirada 
que moja sus labios en café sin azúcar y remoja su libido en recuerdos... 
Pero aquí estoy y aquí seguiré…  
Por qué a pesar de todo y por todo mi fe es una puta mal parida que lo hace por placer 
y no por negocio.
 


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